5 segundos
Retócate rapidito dándole “vida” a tu cara: aplica colorete en crema en tus mejillas y difumina hasta las sienes. El color te ayudará a camuflar una piel pálida o cansada. Si no tienes maquillaje a la mano, ¡pellizca tus mejillas!
10 segundos
Presta atención a tus labios y mejillas. En 10 segundos, ¡es mucho lo que puedes hacer! Con una brocha, aplica bronceador en tus pómulos (recuerda que debe ir con tu tono de piel) y unta un poco de bálsamo en tu labios. Busca aquellos que tienen tinte, ya que se mantienen intactos e hidratan por más tiempo.
30 segundos
¡Dale importancia al marco de tu rostro! Si tienes el hábito de depilar y maquillar tus cejas, entonces no te llevará más de 20 segundos rellenarlas o peinarlas con un rímel transparente. Finalmente, un toque de colorete en polvo, brillo o bálsamo labial y ¡listo!
Un minuto
Si tienes práctica, riza tus pestañas con un rizador de buena calidad (así evitas lastimarte) o de lo contrario, aplica dos capas rápidas de mascara negra. Un hidratante con color emparejará ligeramente tu tono de piel –úntalo con movimientos circulares para que se absorba más de prisa. Por último, opta por un labial cremoso o semi-cremoso en colores claros.
3 minutos
Okey, amiga… tiempo de enfocarte en todo tu rostro. Antes de que entres en pánico, vete por lo fácil: las BB Creams ayudan a mejorar la apariencia del cutis, así que unta una capa suave y enfócate en las ojeras o manchitas. Sombra color piel o hueso en todo el parpado, otra café (o un poquito más oscura que la anterior) en el pliegue del ojo y difumina súper bien con tus dedos. Luego, aplica dos capas de rímel negro.
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